› Construcción de una capilla donde poder unirse en oración
Un signo visible de fe
Localización: Sakabansi – República de Benín
En la parroquia del Inmaculado Corazón de María de Nikki (diócesis de N’Dali) hay una fuerte presencia musulmana y de otras religiones tradicionales africanas. La situación para los cristianos no es fácil. La construcción de una capilla sería un elemento de visibilidad y testimonio de la fe católica, de la liturgia y de la Palabra de Dios. Es de vital importancia que ACN apoye estas iniciativas para las crecientes comunidades cristianas y les ayude a construir un lugar lugar de culto. Por el momento los cristianos están orando en una biblioteca próxima al colegio de la aldea porque la antigua iglesia fue construida con barro y tiene riesgo de derrumbe.
Los fieles han sido proactivos a la hora de recaudar fondos a nivel local y con ello han podido comprar un terreno para la futura capilla. Sin embargo, para cubrir los costes de construcción han acudido a ACN. Por su parte, la comunidad cristiana de Sakabansi se ha comprometido a ayudar a construir los bancos de la capilla y a limpiar y preparar la tierra para la construcción.
Sakabansi es una aldea cosmopolita con una docena de etnias diferentes. La mitad de la población es musulmana, el 30% son cristianos y el resto son animistas. Las principales actividades de subsistencia son la agricultura, la artesanía, la ganadería y la pesca. En Sakabansi, a excepción del centro de salud y centros educativos (una universidad, una escuela alternativa y dos escuelas primarias), hay muy pocas casas sólidas construidas. El pueblo está conectado a la red de telecomunicaciones. Hay un mercado, bombas de agua, dos mezquitas, y una iglesia.
Se espera que Benín crezca y continúe gozando de un gobierno estable y democrático. Sin embargo, el país se enfrenta a muchos desafíos como la corrupción extrema, una baja tasa de alfabetización de adultos y ahora también la propagación del islamismo radical financiado por países extranjeros. La situación en el norte del país es inestable. Así, en 1995, durante la construcción de la diócesis del Noroeste de Djougou, Monseñor Paul Vieira recibió muchas amenazas de muerte porque la región era un bastión musulmán y debía permanecer así. El Obispo Vieira nos escribió:
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