Ref. Proyecto: ID 2002874
› Las Hermanas de la Inmaculada Concepción de María cuidan a niños desde hace muchos años
Desde 2001, la Iglesia católica dirige un orfanato con 50 niños en Kapshagay, una ciudad de 57.000 habitantes a 80 km de la ciudad más importante de Kazajistán, Almaty. Las Hermanas de la Inmaculada Concepción de María hacen grandes sacrificios para criar a estos niños y jóvenes que en su mayoría provienen de familias desestructuradas y, al mismo tiempo, su trabajo está dando grandes frutos. Además de cuidar a los niños del hogar, también cuidan a los de la parroquia y de los pueblos de alrededor, es un apostolado de 24 horas. No solo les proporcionan calor y amor materno, sino que también dan un ejemplo excepcional con sus vidas, centradas en la oración y el conocimiento del Evangelio.
En el centro, a menudo por primera vez, los niños se sienten protegidos y cuidados en el marco de una vida ordenada, como lo harían en una familia real. Juegan, aprenden y rezan juntos, y de vez en cuando hacen excursiones a un lago cercano. Es una experiencia preciosa para ellos ya que muchas veces han conocido poco más que pobreza y caos en sus vidas.
El Padre Artur Zaras, un misionero polaco que trabaja en la parroquia de Kapshagay, pero que también se ocupa de las necesidades espirituales del orfanato, ha querido escribirnos una carta explicando las dificultades a las que se están enfrentando en esta pandemia:
“En marzo de 2020 en Kazajistán empezamos una estricta cuarentena que se mantiene hasta hoy. Los niños tuvieron que dejar de ir a la escuela y empezaron a recibir sus clases por Internet. Estamos muy contentos porque, a pesar de las dificultades, pudieron terminar el año con muy buenas notas.
Por otro lado, antes todos participábamos en la vida de la parroquia, rezábamos el rosario y celebrábamos la Santa Misa a diario. No quisimos perder la oportunidad de hacerlo durante la cuarentena, así que, para respetar las restricciones, dos sacerdotes han estado celebrando la misa en el hogar de niños y un sacerdote reza en la iglesia transmitiendo en directo en Facebook el rosario y la Santa Misa cada día para los feligreses y diocesanos».
› Las Hermanas continúan su labor ante el Covid-19
El Padre confiesa que en estos tiempos difíciles han perdido muchos benefactores a los que también ha afectado el COVID-19. Su presupuesto es cada vez más pequeño y les resulta más difícil vivir y mantener a sus niños sin la ayuda material de personas de buena voluntad, «Por lo que les pedimos: ¡no nos olviden!»
Para que puedan seguir haciendo todas estas obras de caridad, Ayuda a la Iglesia ha querido seguir apoyando a las Hermanas y al orfanato con una ayuda extraordinaria de 2.600 € para su existencia.
Tu donación se destinará a este proyecto o proyectos similares.