Seminarista en Ucrania: «Este horror ha contribuido a mi vocación»
Los obispos ucranianos están muy orgullosos de los seminaristas, en un país donde no se reduce el número de vocaciones
ACN.- En las calles de Kiev o Lviv apenas se ven jóvenes varones, solo algunos vestidos con el uniforme militar. La mayoría está en el ejército o en Europa. Pero hay una juventud en los seminarios del país, que hemos visto con nuestros propios ojos, preparándose para salir al mundo y responder al miedo y al dolor de la gente con la Palabra y el abrazo del Señor.
Los 522 seminaristas que actualmente se forman en Ucrania, en el rito greco católico o en el latino, son jóvenes veinteañeros. Muchos son huérfanos porque han perdido a su padre en esta guerra; unos tienen amigos luchando en el frente, a otros los han enterrado. Estos jóvenes son enviados por sus formadores a las parroquias, para acompañar en el sufrimiento a las familias. Algunos han sido desplazados porque sus seminarios no estaban en lugar seguro, como el de Vorzel, muy cerca de Kiev, que fue ocupado por las tropas rusas.
Jóvenes que son luz y amor
Oleh está en el seminario greco católico de los Tres Santos Jerarcas en Knyazhychi, cerca de Kiev. Cuando le preguntamos cómo es posible que en plena guerra quiera ser sacerdote, nos respondió: “Este horror ha contribuido a mi vocación. Ha aumentado mi necesidad de servir a la gente. Mi vocación se ha redefinido, ha crecido. La guerra siempre significa sufrimiento y miedo, pero también nos da la oportunidad de llenar esta oscuridad con luz y amor”.
En el seminario latino de Lviv, Roberto, de 23 años, nos decía: “Amigos y familiares se han ido al ejército como voluntarios y no dejan de preguntarme: ¿Por qué Dios permite esto? Cuando voy con sotana por la calle me preguntan: ¿Por qué tenemos que sufrir? A veces es difícil responder pero en el Santísimo y en la oración recibo fuerza. Cuando estoy delante de ellos no sé qué hacer, sólo amarles y me he dado cuenta de la razón de mi vocación en esta circunstancia”.
Los obispos de Ucrania están muy orgullosos de los seminaristas, en un país donde no se reduce el número de vocaciones. En este contexto bélico les quieren dar la mejor formación porque cuando salgan al mundo, el reto al que se van a enfrentar será muy grande.
Becas de formación y sostenimiento
Como muchos de los seminaristas son ahora huérfanos, las familias no pueden hacerse cargo de los gastos que conlleva su formación. Por ello, Ayuda a la Iglesia Necesitada quiere, contigo, seguir apoyando a todos y a cada uno de los seminaristas en este martirizado país, con becas para el estudio y su subsistencia.
Todos están dispuestos a ir donde se les necesite, incluso a las zonas donde la guerra está más encarnizada. Son un “batallón de jóvenes” muy minoritario, pero con la novedad que puede romper la espiral de la guerra.
Ellos rezan todos los días por los benefactores de ACN, que les estáis permitiendo convertirse en los futuros sacerdotes de este país que se desangra. Ayúdales para que ninguna vocación se pierda por falta de medios.