Cristianos de Jaranwala, Pakistán, sin justicia ni seguridad un año después del ataque a sus comunidades

ACN, John Pontifex.– Un año después de los actos de violencia descritos como el peor brote de persecución anticristiana en Pakistán, los líderes de la Iglesia afirman que la gente está aterrorizada ante la posibilidad de que se produzcan más ataques y furiosa porque los culpables no han rendido cuentas ante la justicia. Destacados clérigos de la diócesis católica de Faisalabad, cuentan que los servicios de seguridad han advertido a los cristianos de Jaranwala de que no celebren actos al aire libre para conmemorar el primer aniversario de las atrocidades.

En un solo día, miles de personas incendiaron y saquearon más de 25 iglesias y al menos 85 hogares cristianos en lo que los obispos pakistaníes calificaron como «el peor incidente contra los cristianos» en los 77 años de historia del país. En declaraciones a Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), el obispo de Faisalabad, Mons. Indrias Rehmat, ha declarado: «La gente está asustada y desesperanzada porque hasta ahora no se les ha hecho justicia. Algunas personas están enfadadas y quieren protestar. Exigen que actuemos para que se haga justicia, pero qué podemos hacer. Sólo el gobierno puede hacer justicia. La mayoría de los culpables están en libertad bajo fianza, lo que molesta a la comunidad».

Amenazas en el aniversario de los ataques

Y ha añadido: «Los grupos extremistas quieren vengarse. Sienten que tras lo ocurrido en Jaranwala han perdido su reputación de buenos ciudadanos. Perdieron su credibilidad». El padre Yaqub Yousif, párroco de Jaranwala, dijo que en el aniversario de hoy se celebrarían oficios en las iglesias, pero que los servicios de seguridad del gobierno han advertido contra la concentración de personas en el exterior. P. Yousif y el padre Boniface «Bonnie» Mendes, sacerdote de alto rango de la diócesis de Faisalabad, se hicieron eco de la consternación de monseñor Rehmat por la incapacidad de llevar ante la justicia a los implicados en la violencia. El p, Yaqub Yousif asegura: «La gente está perturbada por la falta de justicia. Se sienten muy inseguros. Si las instituciones responsables de impartir justicia no pueden ayudar, ¿qué puede hacer la gente como minorías débiles? Tienen miedo».

Según los últimos informes de la Comisión Nacional de Justicia y Paz (NCJP) de la Iglesia católica de Pakistán, sólo cinco de las 305 personas detenidas tras la atrocidad del 16 de agosto de 2023 siguen entre rejas. El único condenado es el cristiano Ehsan Shan, que cumple cadena perpetua por blasfemia tras ser declarado culpable de compartir en las redes sociales una imagen del Corán profanado que desencadenó la violencia. El padre Yousif ha declarado: «Me gustaría dejar claro que los cristianos nunca pensamos en faltar al respeto ni al Corán ni al profeta y no veríamos absolutamente ningún valor en los actos de profanación».

Injusticia y abandono

Nada menos que 17 de los 25 denuncias presentadas en relación con la atrocidad de Jaranwala fueron registrados por cristianos, y el padre Yousif afirmó que los fieles habían ido retirando gradualmente los cargos en respuesta a las violentas amenazas. En una visita a las oficinas nacionales de ACN en Reino Unido, el padre Mendes declaró: «No se ha hecho justicia en los últimos 12 meses. Deberían haber sido condenadas las personas adecuadas, pero no ha sido así. El gobierno ha sido muy débil. Tiene miedo de actuar. Cada vez tenemos más la sensación de que el gobierno no puede hacer nada. La comunidad cristiana tiende cada vez más a encerrarse en sí misma y a querer abandonar el país».

El director ejecutivo del NCJP, Naeem Youssif Gill, afirmó: «La justicia debe aplicarse con un espíritu de justicia, igualdad y basándose en la ley».
«Deben intensificarse y evaluarse medidas como poner fin a las provocaciones a través de altavoces, prohibir los grupos extremistas y confiscar la literatura que incita al odio, y debe garantizarse su éxito». El gobierno pakistaní actuó con rapidez para indemnizar a las personas afectadas por los atentados, pero el NCJP informa de que sólo se han renovado 26 de las 86 casas dañadas en los atentados. Sin embargo, el obispo Rehmat dijo que desde el principio detuvo las reparaciones de las iglesias patrocinadas por el gobierno, alegando que los contratistas estaban haciendo un mal trabajo y no reparaban los tejados, lo que dejaba los edificios inseguros.

Apoyo de ACN a la reconstrucción

Diecinueve de las 26 iglesias afectadas han sido reparadas, y el NCJP informa de que la mayor parte de la renovación ha sido llevada a cabo por las propias comunidades cristianas. El obispo Rehmat elogió también a ACN por proporcionar ayuda de emergencia a las familias afectadas que regresaban a sus hogares, entre otras cosas con artículos domésticos básicos para cocinas y baños y muebles, y con moto taxis y otros medios de transporte para taxistas y otras personas que necesitaban reanudar sus negocios.

«En nombre de la comunidad de Jaranwala -los que fueron víctimas aquel día- y de toda la diócesis, quiero dar las gracias a ACN y a los generosos benefactores que han respondido a nuestras necesidades», aseguró el obispo Rahmat, «Comparten nuestra misión. Desde lo más profundo de mi corazón, quiero dar las gracias a cada uno de los miembros de AIN. Que con su ayuda continuada sigan ayudando a más personas necesitadas».