Catequistas en Burkina Faso: en el punto de mira de los yihadistas
Catequistas como Moise Sawadogo conocen la persecución. Él mismo vio cómo asesinaron a su párroco y a otros cinco fieles en su parroquia
ACN.- Moise Sawadogo es padre de familia en un pequeño pueblo de Burkina Faso. También es catequista en su parroquia. El 12 de mayo de 2019 fue un antes y un después en su vida. Ese fue el día que pudo ver de cerca el horror del terrorismo yihadista que arrasa con muchas zonas de Burkina Faso.
El 12 de mayo era domingo, así que fue a la única iglesia de su pueblo, como buena parte de los vecinos. Pero ese día sucedió lo inesperado. “La misa comenzó como de costumbre. Estábamos en el segundo himno cuando los terroristas entraron. Me ordenaron que me tirara al suelo. En ese momento pensé: «Polvo eres y al polvo volverás». El catequista recuerda con mucho dolor aquel momento en el que pensó que moriría.
En Burkina Faso, los catequistas y los sacerdotes están en el punto de mira de los yihadistas. Sin embargo, tanto fieles como presbíteros siguen sirviendo a Dios y evangelizando. “Gritaron: «¡Pastor, pastor!» El Padre Simeón se dio la vuelta, sosteniendo aún la Biblia. Le dispararon en el costado, y cayó con la Biblia. Vivir este horror me traumatizó enormemente. Un mes después del ataque, mi cuerpo me seguía doliendo”.
Los terroristas no sólo acabaron con la vida del padre Simeón, sino que escogieron a otros cinco hombres de la comunidad y los asesinaron a la vista de todos. Moise y su familia no se lo pensaron dos veces y decidieron huir, en el mismo momento en el que los que habían sembrado de muerte y miedo su pueblo se marcharon incendiando casas y cultivos.
El trauma de las víctimas
Desde entonces, Moise no ha podido recuperarse del todo, pero se ha puesto en manos de personas que le están ayudando. Como el padre Bruno Ouedraogo, que además de sacerdote es psicólogo y ha puesto en marcha un programa para atender a las víctimas supervivientes del yihadismo que está asolando Burkina Faso. Este país cuenta ya con dos millones de personas desplazadas por la violencia sectaria y que los terroristas tienen bajo su control casi la mitad del territorio del país.
El padre Bruno Ouedraogo, tiene mucha experiencia en el acompañamiento a las víctimas de la violencia yihadista en Burkina Faso. “Algunas personas se acercan y nos preguntan: “¿Dónde está Dios?” Empezamos diciéndoles que si tienen fe, verán la gloria de Dios. Dios está allí, siempre presente, incluso en nuestro sufrimiento. Él siempre está con nosotros y nunca estamos solos si creemos en Él.
La oración es el arma más efectiva en todo. Estamos contigo. Dinos qué te pasa, cómo podemos ayudar, y la persona a menudo puede expresar lo que necesita. Nosotros, en ese momento, intentamos llenar lo que falta. Es cierto que cuando estás afectado mental o moralmente, es difícil, pero poco a poco, podemos entrar en la vida de esa persona y ayudarla a recuperarse.
Uno de los objetivos de los yihadistas son los vecinos cristianos de las zonas rurales, también los catequistas como Moise y su familia. Son fáciles de atacar y sirven de escarmiento para el resto de vecinos que les quieran hacer frente. Siembran así el miedo entre la población, incluidos los musulmanes moderados que no comulgan con su visión extremista del Islam.
Curando las heridas del alma
Gracias al apoyo humanitario y psicológico de la Iglesia local, hoy Moise puede hablar en alto de su trauma personal y anima así a otros a dar el paso. «Fueron los intercambios con los terapeutas de traumas y sus consejos lo que alivió mi pesar. Pedimos a cada cristiano que ha sufrido este tipo de trauma que no tenga miedo. Lo que es muy difícil para las personas, es fácil para Dios”.
La fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada se ha propuesto no dejar solas a personas como Moise, que han sufrido durante mucho tiempo el dolor de ser testigos de tantísima violencia. Así que ha prometido que esta Navidad va a seguir financiando parte de los gastos de su tratamiento y de otros programas de ayuda humanitaria y psicológica a través de la Iglesia católica de Burkina Faso.
IGLESIA PERSEGUIDA:
Contigo la Iglesia en Burkina Faso no se rinde