El cardenal Cobo preside la VIII Noche de los Testigos: “La persecución genera una misteriosa unidad de los cristianos”
Un año más, los cristianos perseguidos son los protagonistas de esta vigilia de oración y testimonios organizada por Ayuda a la Iglesia Necesitada
ACN.- “La persecución genera una misteriosa unidad que nos recuerda que los cristianos perseguidos no renuncian al amor. Algunos, con el lenguaje de la fe, son capaces de sacar el rostro del consuelo y de la paz en medio de la persecución”. Con estas palabras, el cardenal y vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española, D. José Cobo, ha presidido la octava edición de la Noche de los testigos, que la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) ha celebrado en la catedral de la Almudena de Madrid.
Numerosas personas han participado en la celebración, que este año ha contado con los testimonios del sacerdote nigeriano Patrick Anthony Akpabio y del postulador de la causa de beatificación del sacerdote iraquí Ragheed Ganni. D. José Cobo ha agradecido su presencia porque estos testimonios “nos ayudan a ser conscientes de nuestra realidad como cristianos y de la belleza de la fe. El futuro es de Dios y siempre tiene la última palabra. El amor el perdón y la paz se siembran también con persecución, pero siempre con el abrazo del Señor”.
El padre Luis Escalante, postulador de la causa de beatificación del iraquí Ragheed Ganni asesinado en 2007 cuando acababa de celebrar la Eucaristía, contó el testimonio de martirio de este sacerdote y afirmó de él que “quiso quedarse en su tierra, para servir a una Iglesia perseguida, con la conciencia de amor a Dios por unos cristianos que viven en minoría”.
Testimonios de persecución en nuestros días
El padre Rahgeed Ganni, natural de la Llanura de Nínive, fue enviado a Roma en 1996 para ampliar sus estudios como seminarista, gracias a una beca apoyada por Ayuda a la Iglesia Necesitada. Una vez ordenado sacerdote decide volver a Irak en 2003, a pesar de los duros ataques contra la comunidad cristiana. Antes de ser asesinado junto a tres de los subdiáconos de la parroquia del Espíritu Santo de Mosul, fue increpado por uno de los terroristas que le había advertido de no abrir la iglesia, a lo que el sacerdote contestó: «¿Cómo voy a cerrar la casa de Dios?». En 2018 la Santa Sede concedió el «Nihil Obstat» para el comienzo de su proceso de canonización.
Por su parte, el sacerdote nigeriano Patrick Anthony Akpabio compartió su testimonio y fue el altavoz de los cristianos perseguidos en su país, con los que mantiene una estrecha relación. El sacerdote afirmó, dirigiéndose a los asistentes, que “los ataques contra la vida humana y la libertad religiosa en Nigeria son terribles y por eso hay que darlos a conocer, para alentar vuestra fe contra la aridez y la indiferencia”. La Iglesia de Nigeria vive uno de los momentos más dramáticos de su historia. En el norte del país la minoría cristiana sigue sufriendo los zarpazos del grupo terrorista Boko Haram, mientras que en el centro los pastores “fulani” siguen aumentando sus ataques.
Cardenal Cobo, vida nueva y esperanza
Durante la vigilia, en la que se intercalaron momentos de oración y música con los testimonios en directo, el cardenal D. José Cobo recordó: “Pasados los siglos, nuestra Iglesia sigue siendo de mártires, de brotes de esperanza y de una misteriosa unidad”. Y aunque muchos lo silencien, ha lamentado José Cobo, “no podemos olvidarlos”. Noches como esta, “de testigos” – ha subrayado el arzobispo de Madrid – “nos recuerdan que cuando un miembro sufre en el Cuerpo de Cristo los demás quedamos solidarizados con él y requiere de la atención especial del resto de los cristianos. Las persecuciones han sido siempre una siembra en la vida de nuestra Iglesia, y una siembra de vida nueva, de brotes de esperanza”.
A lo largo del encuentro de oración, los cristianos que han perdido su vida por seguir a Cristo en el último año fueron los protagonistas de la procesión que recorrió la catedral de la Almudena. Finalmente, después de un tiempo de adoración al Santísimo, los fieles pudieron venerar varios objetos religiosos de Irak profanados por terroristas, como símbolo de la persecución que a día de hoy enfrentan los cristianos perseguidos. El coro de jóvenes de la Archidiócesis de Madrid acompañó con su música el encuentro.
Durante la vigilia, José María Gallardo, director de la fundación pontificia ACN, ha recalcado que la entrega de estos hermanos en la fe “es conmovedora” y “damos gracias a Dios por la vida de tantos cristianos que deciden seguir a Cristo, aun en medio de dificultades extremas. Damos gracias al cardenal Cobo que nos ha abierto las puertas de su casa para invitar a tantas personas a rezar unidas por los cristianos perseguidos”.
La Noche de los Testigos se celebra cada año en España y en ediciones anteriores ha contado con la participación de testimonios de persecución como el de la hermana Gloria Cecilia Narváez, secuestrada en Malí durante casi 5 años, y de otros países como Pakistán, Irak, China, República Centroafricana o India.