Cardenal Sandri, sobre la primera radio católica de Bulgaria: «Lo que era un gran sueño ahora es realidad»
Radio Ave María cuenta con el apoyo de la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada
ACN, María Lozano.- La Iglesia católica en Bulgaria es una minoría, pero este año 2022 está lleno de celebraciones. Se cumplen 20 años de la visita de San Juan Pablo II al país y el 70 aniversario del asesinato de cuatro mártires búlgaros, tres sacerdotes asuncionistas y un obispo pasionista, por el régimen comunista. En el marco de estas efemérides se ha inaugurado, con la presencia del cardenal Leonardo Sandri como enviado del Vaticano, la primera radio católica búlgara, un importante instrumento para la evangelización y el ecumenismo en el país.
La Iglesia búlgara es una Iglesia mártir. Entre 1946 y 1990, durante el régimen dictatorial comunista, todos los sacerdotes pasaron por prisión, las propiedades fueron confiscadas, los sacerdotes extranjeros expulsados, los seminarios cerrados. El actual obispo greco-católico de Sofía y presidente de la conferencia episcopal búlgara, Mons. Christo Proykov, explica en una entrevista con ACN: “Yo me ordené sacerdote en 1971. Era el primer y único sacerdote después de 19 años; pasaron otros cinco años hasta que el siguiente fue ordenado.”
Poco a poco, la Iglesia católica se ha ido recuperando. Hoy en día hay 60 sacerdotes, 100 religiosos y religiosas, así como varios movimientos seculares trabajando en el país. “Algunos edificios han sido restituidos y con la ayuda de ACN los hemos conseguido reconstruir, además de edificar iglesias nuevas”, dice el jefe de la Iglesia católica bizantina. “Si bien existe una generación bien educada en la fe, gracias a las parroquias y a los catequistas, los jóvenes en general no fueron educados en la fe, sus padres no han recibido nada que pudieran transmitir”, recuerda Mons. Proykov.
Un sueño de los jóvenes católicos
De ahí la importancia de la radio que acaba de ser inaugurada en Sofía en la fiesta de San Juan Pablo II, gracias al aporte de los benefactores de la fundación ACN: “Desde hace años los jóvenes nos lo pedían, ellos ya habían empezado a producir material en sus casas. Por fin, hemos podido dar luz a esta maravillosa iniciativa que va a ser un instrumento de oración y de educación para los jóvenes y para los mayores”. Radio Ave María está encomendada a los franciscanos, “porque vienen de Polonia y tienen mucha experiencia”, explica el obispo.
Bulgaria es un país de mayoría cristiana, con un 85% de ortodoxos y apenas un 1% de católicos dispersos por todo el país, algunos incluso a tres kilómetros de la frontera con Turquía. En el país, además hay un 10% de población musulmana con raíces turcas. Por eso, Mons. Proykov recalca: “Ave María no es solo para los católicos, hay mucha gente que está a la búsqueda, hay hambre de formación espiritual y religiosa, pero también cultural con programas de música e historia. Es un proyecto de todos y para todos”.
En la casa de San Juan XXIII
Con motivo del aniversario del viaje apostólico del pontífice polaco en 2002, Mons. Leonardo Sandri, prefecto del Dicasterio para las Iglesias orientales voló a Sofía para una serie de eventos. El primer acto fue la bendición de los estudios de «Radio Ave María», ubicados en la casa recientemente restaurada del entonces delegado apostólico Angelo Roncalli, que sería después San Juan XXIII.
«Radio Ave María era un gran sueño, ahora es una realidad. Una realidad que permite que la Iglesia católica puede trabajar no solo en los edificios, sino también fuera de ellos a través de la radio, con todas las personas, especialmente con aquellos que sufren o que no tienen la posibilidad de ir a la iglesia», recordaba cardenal Sandri.
Agradecimiento a los benefactores de ACN
El cardenal quiso mandar un mensaje de agradecimiento a los benefactores de ACN: «Una palabra especial para nuestros amigos de ACN, que trabajan por la fraternidad en el mundo, a través de la caridad y el servicio a todas las personas que sufren. Vosotros, todos los que colaboráis con ACN, sois grandes protagonistas de la caridad, del amor y del servicio en la Iglesia. Gracias por vuestra generosidad y participación. Vosotros, que desde vuestros propios países estáis apoyando las obras de caridad, debéis saber que estáis presentes aquí en estos momentos y sois grandes actores de la Iglesia en Bulgaria«.