Shafique Masih con su familia. (ACN)
28 octubre 2020

Un católico pakistaní vive oculto tras su absolución por blasfemia hace ya dos décadas

› Masih fue uno de los dos cristianos acusados de insultar al islam durante protestas en Faisalabad, provincia de Punjab, en mayo de 1998. Vive con su familia en una casa de acogida de la Iglesia católica

ACN.- En Pakistán, Shafique Masih lleva casi dos décadas viviendo oculto, a pesar de haber sido absuelto por blasfemia en 2001. Masih fue uno de los dos cristianos acusados de insultar al Islam durante unas protestas en Faisalabad, provincia de Punjab, en mayo de 1998, provocadas por la condena a muerte de un cristiano bajo la ley antiblasfemia. Masih trabaja como soldador en un taller alquilado y vive con su familia en una casa de acogida construida por la Comisión Nacional de Justicia y Paz (CNJP) de los obispos católicos. Este padre de tres hijos y cuatro hijas ha relatado a Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) su dura experiencia.

“Por aquel entonces, tenía un taller de soldadura en un pueblo cerca de Faisalabad donde compartía el contador eléctrico con otras dos personas, entre ellas, Majeed, un musulmán que tenía una tienda con tandoor (horno de barro) y vendía chapattis (pan local). Majeed llevaba tres meses sin pagar la cuenta argumentando que yo utilizaba más electricidad. Tuvimos acaloradas discusiones sobre la factura de la electricidad unas cuantas veces.

Acusado injustamente por envidia

«Estaba a punto de recibir un encargo de 300.000 rupias (1.810 dólares) para hacer unas 25 persianas metálicas para un mercado. Majeed, envidioso por el proyecto propuesto, me acusó de participar en las protestas contra la ley antiblasfemia en Faisalabad y de hablar despectivamente del profeta Mahoma».

Las mezquitas llamaban a su detención

«El 31 de mayo de 1998, estando yo trabajando en el taller, unos hombres se reunieron frente a la tienda. Mis empleados me advirtieron que estaban hablando de las acusaciones en mi contra. Mis allegados me sugirieron que cerrara la tienda y que me fuera a casa para evitar problemas. A las cuatro y media de la tarde, las mezquitas de los alrededores instaron a todos a apagar las radios y televisores para escuchar un anuncio importante: ‘una persona ha insultado al santo profeta’, proclamaron.»

«Una turba, armada con antorchas encendidas y palos, se reunió esa misma noche frente a mi casa y amenazó con prenderle fuego. Majeed me llamó, salí y la turba me arrastró hasta el cruce principal donde cientos de personas procedentes de las aldeas de los alrededores comenzaban a reunirse. No tenía escapatoria».

«Temiendo por mi vida, unos conocidos me encerraron en una escuela en las afueras del pueblo. Al poco tiempo, oímos disparos mientras intentaban forzar la puerta de la escuela. El dueño de una fábrica llamó a la policía, que llegó a la escuela a la media hora. Para evitar un ataque a la comisaría, me llevaron a la cárcel central de Faisalabad esa misma noche».

Tres años en prisión

«Los tres años en prisión fueron un infierno. Varias veces, mis compañeros de prisión intentaron asesinarme en mi celda. A veces, dejaban deliberadamente abierta mi cerradura para que cualquiera pudiera atacarme. Fui condenado en dos casos con sentencias de cinco y siete años respectivamente. Doy gracias a Dios por mi libertad».

«Tras mi liberación en 2001, fui acogido por un sacerdote que me atendió como a un hijo y se ocupó de todas las necesidades de mi familia, especialmente, en fiestas como la Navidad y la Pascua. En 2003, nos trasladaron a esta casa de acogida de dos habitaciones de un barrio residencial. No teníamos electricidad ni había tiendas alrededor. Los mosquitos nos invadían todas las noches».

Acogido y apoyado por la Iglesia

«Cuatro de mis hijos han nacido aquí. Los más pequeños, gemelos, de 12 años de edad, me ayudan en el taller de soldadura porque tengo cataratas en el ojo izquierdo. Debido a la pandemia, no hay mucho negocio. Además, nuestra casa se está desmoronando: la pared del patio trasero se derrumbó con las lluvias monzónicas del año pasado, nuestro terreno está inundado con agua de drenaje y tuve que pedir un préstamo para reconstruir el retrete».

«Estoy muy agradecido a la CNJP por proporcionarme un abogado, este refugio y el equipo de soldadura. Mi hija mayor, de 20 años, se casó el año pasado. Asistimos regularmente a la iglesia católica que hay a la vuelta de la esquina. Yo toco el armonio para el coro y me reúno con mis amigos en una tienda de reparación de instrumentos musicales. A veces visito a mis hermanos en el pueblo de Bagywal, pero solo por la noche».

«Aquí se abusa de la ley antiblasfemia para atacar a inocentes. Si te quedas callado empiezan a sospechar, pero si intentas responder a sus acusaciones tergiversan tus declaraciones. Esto debe terminar. Ahora, ya solo temo por el porvenir de mis hijos porque todos ellos han abandonado la escuela”.

Ayuda de ACN a las víctimas de la ley de la blasfemia

Desde 2011, ACN viene apoyando con regularidad la labor de la Comisión Nacional de Justicia y Paz de los obispos católicos (NCJP). Este organismo apoya y proporciona asistencia jurídica a las víctimas de la ley antiblasfemia.

Ayúdanos compartiendo este contenido en tus redes sociales

Actualidad sobre la Iglesia necesitada y perseguida

DIC202024
Cabo Delgado ha sido la región más golpeada por la furia del ciclón Chido, que sacudió Mozambique la madrugada del domingo 15, tras haber atravesado el archipiélago francés de Mayotte. Hay decenas de muertos y miles de personas han perdido todo lo que tenían
DIC202024
En los últimos años, unas 1.300 escuelas han tenido que cerrar en todo el país. La Iglesia es consciente de la importancia de la educación como pilar fundamental para el futuro de la sociedad libre y pacífica de Burkina Faso. Por ello, promueve la escolarización de los niños y jóvenes desplazados en varias zonas del país
DIC182024
Líderes eclesiásticos ucranianos envían mensajes de Navidad a ACN agradeciendo su apoyo material y espiritual durante estos tres años de guerra y resaltan las nuevas necesidades del país
Para estar al día de noticias, proyectos, testimonios, campañas de oración, eventos