Los laicos en Cuba reclaman formación y material catequético para la evangelización

ACN.- La Iglesia cubana se ve reflejada en el rostro de los laicos. Hombre y mujeres normales y corrientes, que tratan de sacar adelante a sus familias en una de las crisis económicas y sociales más duras que atraviesa la isla. Y a la vez, ellos mismos están al frente de las comunidades cristianas, en la evangelización, en la transmisión de la fe, la catequesis y numerosas tareas. 

José Eduardo es uno de esos laicos. Él colabora en el centro de formación de agentes de pastoral de la diócesis de Santa Clara y cuenta: “La fe no quita los problemas, pero nos ayuda a llevarlos de otra manera. Los llevamos con Cristo”. José Eduardo es arquitecto y tenía un trabajo cómodo donde tenía coche, teléfono móvil y un sueldo muy por encima de los demás. Pero lo dejó todo para ayudar a la Iglesia: “Me llamaron y aquí estoy”, explica escueto.

En Cuba hay casi 4.000 laicos comprometidos con la evangelización. Son la piedra angular de una Iglesia que no ceja en su empeño de anunciar a Jesucristo a pesar de los inconvenientes y las carencias materiales que enfrentan día a día.

Trinidad es una de las ciudades más turísticas de la isla. Allí vive Elena y su testimonio da fe de la labor pastoral que sigue en pie pese a muchas dificultades. “Aquí en Trinidad se lleva a cabo la pastoral de la infancia, tenemos catequesis antes de la misa, a veces vienen más de 70 niños”, cuenta Elena. Enseña los libros que usan para la catequesis, están cuidados pero claramente con señales de uso. “Son los que tenemos desde 2008, más de 15 años. Como es muy difícil conseguir el material, los usan durante la catequesis, pero no los damos, los tienen que devolver…”, explica. 

Difícil quizá de comprender la escasez que hay en una ciudad que muchos conocen por el turismo. “Hay papás que se quedan esperando y entonces el sacerdote da las catequesis a los padres; algunos de ellos, después se han casado o bautizado”. Últimamente muchas veces también los que llevan a los niños pequeños a la catequesis son los abuelos, porque los padres han emigrado. “Nuestras actividades tienen que ser durante el día porque no hay electricidad”, comenta.

Así viven la fe los laicos en Cuba