¿Qué pasó con los cristianos de Irak en 2014?

ACN.– El 6 de agosto de 2014 el grupo terrorista Estado Islámico (también conocido como ISIS) conquistó una parte significativa del norte de Irak, incluida Mosul, estableciendo un califato. Entre 100.000 y 120.000 cristianos se vieron obligados a huir de la Llanura de Nínive, después de recibir un ultimátum de los terroristas con las siguientes opciones: Convertirse al Islam, pagar la Jizya (impuesto para los no musulmanes) a cambio de seguir con vida o huir dejando todo atrás. Decenas de miles de cristianos permanecieron fieles a su fe y se vieron obligados a abandonar sus hogares y huir, en su mayoría, a zonas bajo control kurdo.

Uno de los símbolos de aquellos terribles momentos que ha quedado más grabado en la memoria de los iraquíes es el de la letra “nun” ( ن ) con la que los terroristas marcaban las fachadas de las viviendas y de los lugares de culto de los cristianos. Esta letra es la primera de la palabra “nazareno” (nasrani) con la que los extremistas se refieren a los cristianos. Al marcar las fachadas, marcaban también su destino: convertirse, huir o morir.

Tras años de sufrimiento, dolor e incertidumbre, en 2017 una coalición internacional consiguió derrotar al Estado Islámico y con ello, vencer al peor enemigo de la libertad religiosa en la historia reciente de Irak. Aunque no hay cifras oficiales, la población cristiana de Irak se vio considerablemente disminuida en un corto periodo de tiempo. Antes de la llegada del Estado Islámico, se calcula que había en torno a 1,5 millones de cristianos en el país. Después de las atrocidades cometidas por el grupo terrorista se calcula que en la actualidad, según el arzobispo caldeo de Erbil, Mons. Bashar Warda, pueden quedar unos 250.000 cristianos, menos del 1% de la población iraquí.

Sin embargo, pese a la derrota del grupo terrorista, las consecuencias de esos 3 años de invasión (2014 – 2017) provocaron una crisis humanitaria de dimensiones insospechadas, que se alargó durante mucho tiempo después. Sólo durante los primeros 5 años tras la invasión, más de 73.000 personas fueron asesinadas. Cuando por fin se pudo acceder a la zona y conocer el alcance de los daños, los datos resultaron desoladores: un total de 13.088 hogares fueron dañados, 8.291 parcialmente destruidos, 3.557 casas fueron quemadas y 1.234 fueron totalmente destrozadas. Además, 363 edificios de la Iglesia resultaron damnificados.

Reconstruir hogares para restaurar vidas

En 2017 Ayuda a la Iglesia Necesitada en España decide volcar sus esfuerzos para hacer frente a la dramática situación y lanza la gran campaña “Ayúdales a volver”  con un gran proyecto de reconstrucción de las nueve ciudades cristianas afectadas (Teleskuf, Baqofa, Batnaya, Telenef, Bahzani, Bashiqua, Bartella, Karmles y Qaraqosh) y permitir así el regreso de los cristianos a sus hogares. Un gran impulso para que la vida cristiana volviera a su lugar originario, desde hace más de 2.000 años.

Desde que comenzó la invasión en 2014, ACN ha destinado más de 56 millones de euros a más de 500 proyectos para mantener la presencia cristiana en Irak y, en particular, en las llanuras de Nínive. Tras la derrota del ISIS, la política de gasto y apoyo de ACN ha evolucionado de la ayuda de emergencia a los proyectos de reconstrucción y rehabilitación.

Con el apoyo de la fundación pontificia, las tres principales Iglesias cristianas de la región de las Llanuras de Nínive (la Iglesia Católica Caldea, la Iglesia Siriaco Católica y la Iglesia siro- ortodoxa) se unieron para formar el «Comité de Reconstrucción de Nínive» con el fin de facilitar el regreso de los cristianos a sus respectivas comunidades ancestrales de las que fueron expulsados, asegurar la presencia de un grupo permanente de cristianos mediante esfuerzos dirigidos a la protección legal de los cristianos y otras minorías y afianzar el florecimiento de la minoría cristiana mediante la financiación y el apoyo a proyectos de educación y desarrollo.

Los cristianos en Irak hoy

Según el Informe de Libertad Religiosa de 2023 publicado por ACN, años después de que Irak declarara oficialmente la victoria sobre el Estado Islámico, aún se dejan sentir las consecuencias de la ocupación yihadista de amplias zonas del país. Continúan los ataques de los yihadistas suníes, que incluso han intensificado sus ataques contra los chiíes en grandes ciudades como Bagdad y Basora.

Y es que la situación de Irak sigue siendo políticamente inestable. El año de estancamiento tras las elecciones de octubre de 2021, las continuas rivalidades políticas y la violencia siguen llevando al país al borde del colapso. Pero también se han producido algunos avances positivos durante los últimos años como la aprobación de la «Ley de Supervivientes Yazidíes» y la visita apostólica del papa Francisco en 2021, que dio a los cristianos iraquíes la esperanza de que la presencia y la contribución históricas de los cristianos en Irak fueran reconocidas, así como el fomento del diálogo interreligioso. Pese a todo, Irak se encuentra en una encrucijada y las minorías religiosas, como los cristianos, siguen siendo vulnerables.