Ref. Proyecto: ID 317-04-masses
› Jesuitas que acompañan al Encuentro
El estado de Assam es conocido por sus gigantescas plantaciones de té, en las que trabajan millones de personas. Una gran parte de ellas pertenece a minorías étnicas que ocupan el peldaño más bajo de la sociedad. Su fe es profunda, así como su anhelo de participar en la vida de la Iglesia, recibir los sacramentos y crecer en la fe. Por eso, 27 sacerdotes Jesuitas asisten pastoralmente a los recolectores de té de Assam y los ayudan a mejorar sus condiciones de vida.
Los Jesuitas realizan una valiosa labor de evangelización y cautivación. Sobre todo, animan a los padres a enviar a sus hijos a la escuela. A menudo, estos padres no están convencidos de la necesidad de una educación escolar, porque ellos mismos nunca han asistido a una escuela. Hay adultos que no saben escribir sus nombres, firman con su huella dactilar, pero no pueden leer lo que firman, por lo que es fácil engañarlos. Gracias a los Jesuitas, también se animan a aprender a leer y escribir.
La misión de los Jesuitas es todavía joven en esta zona y los religiosos dependen de ayuda externa. Aunque la Santa Misa no pueda ser “pagada”, existe en la Iglesia una larga tradición de entregar un donativo a los sacerdotes por la celebración de la Santa Misa por una determinada intención, como por un difunto. Este donativo se conoce con el nombre de estipendio de Misa y con él los Padres celebran la Santa Misa por las intenciones de nuestros benefactores y reciben a cambio una cantidad que les ayuda a asegurarse el sustento. No es un “pago”, sino un signo de amor y gratitud de los creyentes.
En los países pobres, los estipendios de Misas a menudo son el único ingreso de los sacerdotes.
Ayuda a la Iglesia Necesitada quiere hacerles llegar a los 27 Padres Jesuitas de Assam estipendios de Misas por un total de 7.500 €, unos 280 € por sacerdote para todo un año, y 1.300 € más que nuestros benefactores han aportado para que puedan participar en un retiro espiritual de una semana en el que recuperar fuerza espiritual. ¡Dios os lo pague!
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