ACN.– Mongolia tiene una población de 3 millones de habitantes. Entre ellos, solo el 1.3% es cristiano. Más de la mitad de la población es budista y el resto practica tradiciones chamánicas o son musulmanes. Desde el 31 de agosto y hasta el 4 de septiembre visitará el Papa Francisco este país de Asia Oriental. Es el primer viaje de un pontífice. En el programa ‘Perseguidos, pero no olvidados’, de Radio María, hemos hablado sobre la Iglesia de Mongolia y la realidad de esa nación con el padre Francisco Javier Olivera, sacerdote español del Camino Neocatecumenal. 

1. El Papa Francisco está en un país donde se encuentra no sólo con los 1.500 católicos, sino con todo un pueblo de gran tradición budista. Pero queremos conocer a esa pequeña minoría de cristianos, ¿quiénes son los cristianos de Mongolia? ¿Podríamos decir que gozan de libertad para practicar su fe?

Es un pueblo de gran tradición budista, y también chamanista. Aquí las religiones se han mezclado y durante la época Soviética estuvo todo totalmente prohibido, por eso están intentando recuperar su tradición budista. Los cristianos, aunque somos una minoría, gozamos de libertad para practicar la fe. Aún así, siempre hay restricciones cuando algo nuevo están haciendo en un país donde sale el comunismo. No hay ninguna persecución de ningún tipo. Sí algunas dificultades, pero se está trabajando siempre con el Gobierno. La visita del Papa es un signo de la apertura del Gobierno mongol hacia la Iglesia Católica. 

2. ¿Cómo describiría una celebración eucarística en Mongolia? 

Igual que en cualquier otro lugar, solamente que en mongol. La Iglesia Católica es una y quitando los cantos que pueden ser distintos y la lengua en la que se expresa, pero es una sola fe. Es cierto que es una iglesia muy joven, tanto de tiempo como de juventud, es alegre y también pobre. Lo que es la celebración eucarística es exactamente lo mismo que se puede celebrar en Roma en el Vaticano. 

3. ¿Cómo ha sido recibida la noticia del viaje del Papa Francisco al país y cómo se ha preparado la Iglesia para recibir al sucesor de Pedro? 

Ha sido acogida con mucha alegría entre los cristianos de Mongolia, sobre todo entre los católicos. El Papa viene bajo la invitación del Gobierno mongol. El anuncio y las noticias fueron algo positivo para el país, aunque siempre hay voces contrarias. En general bien, con interés y curiosidad. La Iglesia se ha preparado con mucho gozo y comunión entre las diversas congregaciones y fieles. Los pocos mongoles han trabajado mucho en comunión. El objetivo es acoger al sucesor de Pedro. 

4.¿Qué país y qué Iglesia se ha encontrado el Papa Francisco?

Un país que está creciendo e intentando salir del aislamiento que ha estado durante muchos años cuando era un país satélite de la Unión Soviética. Ahora cuenta con muchas riquezas naturales, quizás mal explotadas, con mucha pobreza, mucho alcoholismo, mucho niño abandonado, mucho abuso… La Iglesia trata de hacer frente a esta necesidades materiales, pero sobre todo espirituales, dando una esperanza y un sentido a la vida. A partir de ahí poder salir adelante en medio de la pobreza. Nosotros no podemos sacar de la pobreza a nadie, pero vamos a dar una palabra de aliento de amor de Jesucristo para poder intentar luego salir de esa situación. 

5. ¿Cuál es la acción social y pastoral de la Iglesia de Mongolia?

Hay mucha acción social porque hay mucha pobreza y abandono. Tenemos residencias de ancianos pobres, niños abandonados, colegios para los pobres… Pero, siempre intentando dar, no solamente el pan, sino también la palabra de aliento.

Hay restricciones y no se puede hacer catequesis en ningún sitio que no sea la parroquia. Aquellos que poco a poco van teniendo interés en conocer la fe, viendo el amor con el que son tratados por misioneros u otros católicos, van hacia las parroquias.

6. Padre Francisco, ¿cuál es su misión pastoral en Mongolia y cuánto tiempo lleva en el país de Asia Oriental?

En Asia llevo 33 años y en Mongolia nueve. Somos un equipo del Camino Neocatecumenal formado por un matrimonio misionero, unas chicas laicas y estamos esperando a que lleguen otras familias misioneras. 

Nuestra misión es anunciar el Evangelio a aquellos que se vayan acercando. Es un país budista con una tradición chamanista, por lo tanto, no es fácil penetrar en esa cultura. Poco a poco, por eso, nuestra misión es hablar y escuchar a las personas, aquel que necesita una palabra de aliento darla y si quiere profundizar en la fe invitarle a venir con nosotros. 

7. Por último, ¿qué esperan los cristianos y qué mensaje espera usted del Sumo Pontífice en esta visita papal?

Me he dado cuenta que muchas veces los cristianos de Mongolia necesitan años para empaparse del cristianismo. Me imagino que se sienten contentos de un signo de amor y esperan del Papa una palabra de ánimo. Yo espero una palabra de aliento. Esta misión está un poco olvidada. Sin embargo, las últimas actuaciones del Santo Padre han demostrado una preferencia por las periferias. Es más, ha hecho cardenal a nuestro obispo y eso es un signo de amor.