Oración por Ucrania
Dios, Todopoderoso, querido Padre de todos: Unidos como hermanos, te pedimos hoy por la paz en Ucrania, que sufre la barbarie de la guerra.
Da luz a los que tienen el poder de frenar tanta violencia, por encima de sus intereses partidistas. Ten piedad de los más indefensos, de tantas vidas humanas inocentes.
Que los más vulnerables sientan Tu abrazo a través de los sacerdotes, religiosas y laicos que forman la Iglesia en Ucrania. A estos, dales la fuerza y la gracia para ser consuelo y esperanza en estos momentos de tanta sinrazón y sufrimiento.
María, Madre de Dios y Madre nuestra, Reina de la paz, intercede por Ucrania, por Europa y por el mundo entero.
Amén.
El Papa Francisco no cesa de suplicarnos que recemos intensamente por Ucrania
Lo que nadie queríamos que ocurriera ha sucedido. Estamos siendo testigos ya de la guerra entre Rusia y Ucrania, que afecta también a Europa y al mundo entero.
Una guerra en la que perdemos todos pero sobre todo nos encoge el alma pensar en la población ucraniana, en los cientos de miles de personas que ven su vida y su futuro truncados por una locura que, por el momento, no conoce límites.
La consagración es “signo de la victoria de Dios”
En medio del sufrimiento y la destrucción, el acto de consagración es “un signo de la victoria de Dios, del amor, la bondad y la vida”, ha explicado Mons. Honcharuk.
También nuestra diócesis, al igual que otras diócesis ucranianas, ha comenzado con los preparativos para las novenas al Corazón Inmaculado de María, y ahora nos preparamos para tan hermoso acontecimiento”. En su mensaje a ACN, Mons. Honcharuk llama a “rezar el Rosario por la intercesión de la Virgen. ¡Dios os bendiga!”.
El papa Francisco celebrará la consagración al Inmaculado Corazón de María el 25 de marzo en la Basílica de San Pedro de Roma a las 17:00 horas, y ha pedido a los obispos de todo el mundo que se unan a él en este acto.
Con la consagración, el Papa Francisco responde al ruego de la Conferencia Episcopal Ucraniana y de numerosos fieles de todo el mundo. El acto de consagración tiene su origen en las apariciones marianas de Fátima, Portugal, en 1917. En varias ocasiones, los Papas han consagrado a toda la humanidad al Corazón de María, sobre todo el papa Juan Pablo II en 1984 junto con los obispos de todo el mundo. Para el próximo acto de consagración del 25 de marzo, el Vaticano ha hecho pública una oración de consagración especial, y recientemente también se envió una copia de la imagen milagrosa de Fátima a Ucrania, donde fue acogida solemnemente.